¿Nunca te ha pasado que sientes que el día no puede estar mas para la mierda pero aun así, sucede?
Y tu mente comienza a divagar entre los recuerdos de ese día negro, y evocas en momentos que por un segundo fuero pasajeros, y te detienes, te agarras la cabeza, jalas tus cabellos oscuros, y te preguntas: "¿Que es lo que hice mal?". O el típico: "¿Porque a mi?".
Mierda tras mierda, sientes que no puedes caer mas hondo. ¿Pero puedes realmente caer mas bajo? ¿O puedes acaso volver a subir?
La vista se te nubla, las lagrimas piden a gritos poder salir por su cause tiñendo tus mejillas cristalinas. Y ya no aguantas mas, las dejas ir. Dejas que todo eso que te consumía, que te atragantaba, se libere desde el fondo de tu traquea y se expulse en un leve gemido de dolor.
Y es entonces, tan solo entonces, cuando te das cuenta que ya has tocado fondo. Y ves la luz, por primera vez, porque sientes que en verdad es la primera vez, aunque no lo sea, porque no lo es...